Las protestas canadienses del “Freedom convoy” (Convoy de la Libertad) le han costado mucho dinero a las empresas y a los contribuyentes –¿pero, cuánto exactamente?
Los bloqueos del Convoy de camioneros en el puente fronterizo más transitado entre Detroit y Windsor, las principales ciudades productoras de automóviles, podrían costarle a las empresas estadounidenses hasta 50 M de dólares al día. Tanto Estados Unidos como Canadá han advertido de que si el bloqueo continúa, perjudicará a las cadenas de suministro entre ambos países; este daño a las cadenas de suministro afectará directamente a los bolsillos de los trabajadores estadounidenses.
Justo cuando las cadenas de suministro regresaron a la normalidad, los Convoys por la libertad canadienses de los camioneros amenazan con interrumpirlas de nuevo. El bloqueo ya ha obligado a Ford a cerrar su planta de motores en Windsor debido a la escasez de piezas y a hacer funcionar con un horario reducido a su planta de montaje en Oakville, Ontario. Otros fabricantes de automóviles también han informado a FOX Business de interrupciones en sus negocios y cadenas de suministro.
Estas interrupciones de las cadenas de suministro podrían costarle a los trabajadores estadounidenses de Michigan hasta 51 M de dólares en salarios esta semana debido a las protestas de los camioneros; esto amenaza los puestos de trabajo ya que las empresas están considerando los despidos masivos para compensar los costes.
Tanto el gobierno de Estados Unidos como el de Canadá han manifestado su apoyo al derecho de los ciudadanos a protestar pacíficamente. Sin embargo, a medida que el Convoy de la Libertad continúa, parece que las cosas están empezando a salirse de control; la policía ha abierto casi 80 investigaciones penales relacionadas con las protestas, incluso por presuntos delitos de odio y daños a la propiedad y más de dos docenas de personas han sido detenidas por incitar a la violencia en protestas pacíficas.
Los ciudadanos deben proteger siempre su derecho a protestar de forma pacífica; no obstante, los manifestantes también deben considerar el impacto que sus acciones tienen en las vidas de personas inocentes y trabajadoras, en especial cuando esas acciones pueden infligir daño o destruir el sustento de alguien.